La referencia más antigua a la impotencia se hizo en el Sushruta Samhita, en torno al siglo VIII AC en la India. Se hizo un intento para describir las causas de la enfermedad, lo que sugiere por lo menos cuatro, es decir, voluntaria, precoz, congénita, y enfermedades de los órganos genitales. De hecho, los antiguos hindúes creían que la impotencia también puede ser de origen mental, de tener relaciones sexuales con una mujer desagradable.
Muchos remedios interesantes se recomiendan en el Samhita, incluyendo comer los testículos de una cabra, o bien hirviendo los testículos en la leche con la adición de semillas de sésamo y manteca de cerdo de una marsopa, o por mezcla de los testículos con sal, pimienta en polvo de pescado y mantequilla clarificada.
En el antiguo Egipto, la impotencia fue considerada ser de dos tipos: una causa natural, donde un "hombre es incapaz de realizar el acto sexual" y la otra, de tener un elemento sobrenatural que los encantos y hechizos malignos pueden causar impotencia. Los Ebers (papiro egipcio), un documento médico egipcio del 1600 AC, enumera 811 recetas para varias enfermedades, incluyendo la impotencia. En eso, los corazones de las crías de los cocodrilos se mezclaron con aceite de madera hasta obtener la consistencia adecuada, y esto luego se unta en el pene del marido para restaurar su potencia. Otro remedio consistía en una combinación oral de 37 sustancias. Sólo algunas de ellas han sido identificadas: algarrobo, enebro, pino, la sal, los aceites y la sandía.
En la mitología griega la impotencia en la vida adulta fue causada por la ansiedad sexual en la infancia. En un ejemplo, King Phylacus de Phylace le pidió a su médico, Melampo, que curara a su hijo Iphiclus, de la impotencia. Melampo establecido que Iphiclus había visto a su padre venir hacia él con un cuchillo manchado de sangre cuando era un niño, y estaba aterrorizado de que su padre le iba a castrar. Este miedo en un niño se manifiesta como impotencia en la edad adulta. Melampo acordó curar Iphiclus a cambio de algo de ganado, y le dijo al rey que para quitar el óxido del cuchillo, este debía ser enterrado en un árbol, y después ponerlo en un vaso de vino. Y así, cuando Iphiclus bebía este vino, se curó de su impotencia.
Impotencia siquiera se menciona en el Antiguo Testamento de la Biblia, donde se sugiere una cura para la impotencia del rey David:
"Ahora el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no obtuvo calor. Por tanto sus siervos le dijeron: Que haya que buscarla por mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey, y que ella lo acaricia, y dejó que su mentira en tu seno, que mi señor el rey puede obtener calor "(Primer Libro de Reyes 1:1).
